Aprovechando el paron de los recechos de corzos, en agosto fuimos a la montaña para retomar los recechos de montaña disfrutando de un rececho de rebeco cantábrico.
Después de una cena típica de la zona, nos acostamos para madrugar al día siguiente e ir de caza.
Amaneció una de las mañanas más bonitas del verano, la niebla estaba en el fondo de los valles, pero la parte alta estaba libre y nos permitia disfrutar de aquella mañana de caza en Riaño.
Al poco de empezar a andar vimos los primeros rebecos cantábricos, pero no se ajustaban a lo que estábamos buscando aquel día. También vimos venaos de montaña, que en apenas un mes serían nuestro objetivo en los recechos de venao de montaña que teníamos en aquella zona.
Sobre las 11 de la mañana vimos un grupo de rebecas, en el que había una rebeca vieja perfecta para tirar.
Tras una entrada que nos permitió acercarnos hasta los 180 metros, conseguimos tirarla aunque Jordi la pegó bastante trasero.
Después de esperar una hora dejando que la rebeca se tumbara para que fueramos capaces de cobrarla, pusimos a Brezo en el tiro.
Poco tardo en seguir el rastro y dar con la rebeca que había corrido unos 300 metros y comenzó a correr valle abajo.
Tras una emocionante persecución de mi Baviera, conseguimos cobrar la rebeca y finalizar con éxito este rececho de rebeca cantábrica.