Una vez que habíamos completado con éxito el primer rececho de corzo de Ashley en España, nos dirigimos a la Cordillera Cantábrica, para que Ashley consiguiera su primer rebeco cantábrico.
A las 5 de la tarde comenzamos el camino hacia la zona de caza. Un inmenso valle a una hora en coche de la carretera más cercana y que como pudimos comprobar más adelante, contaba con una población de rebecos privilegiada, siendo una de las mejores zonas de caza de rebeco cantabrico de España.
Tras ver cerca de 50 rebecos, finalmente localizamos uno que cumplía con nuestras espectativas. Tras un rececho a este rebeco cantabrico hasta situarnos a 200 metros de distancia, Ashley lo tiró dejándole el tiro dos dedos por encima.
Nada más tirarlo y verificar que no había sangre en el sitio del tiro, empezó a llover y como solo quedaba una hora de luz, decidimos ir al hotel a disfrutar de la cena, e intentar el rececho de rebeco cantábrico el día siguiente.
A la mañana siguiente sobre las 8:30 ya estábamos de nuevo en la zona de caza. Apenas nos habíamos bajado del coche cuando localicé un enorme rebeco cántabrico.
Tras pensar cual sería la mejor forma de acercarse al rebeco para conseguir acabar con éxito el rececho de rebeco cántabrico, nos dirigimos hacia unas peñas aprovechando el fondo del valle para no ser vistos e intentar tirarlo desde ahí.
Nos costó una hora llegar hasta las peñas ya que fuimos despacio para no ser vistos por los rebecos, pero por fin estábamos allí y con el rebeco a 70 metros.
Ashley se preparó y consiguió abatir al rebeco cántabrico con un tiro perfecto.
Como siempre, aprovechamos la carne y sacamos la piel para hacer de pecho al animal, ya que la ocasión lo merecía. No todos los días se caza un rebeco cántabro medalla de oro.
No pudimos tener una mejor forma de cerrar la primera experiencia de caza de Ashley en la montaña en España. Deseando que vuelva en invierno para su rececho de macho montes en Gredos.