Macho montés medalla de oro con arco I La aventura de Mike

Un rececho de macho montés en Gredos siempre es una aventura increíble, sobre todo cuando se utiliza un arco y una flecha. La noche anterior a nuestra cacería, una nevada cubrió las montañas y preparó el terreno para un amanecer impresionante. A los 15 minutos de salir, avistamos nuestra primera macho montés.

Buscando un gran macho montés de Gredos

La Sierra de Gredos es un destino de renombre internacional para la caza del macho montés, conocida por nuestro enfoque ético, sólo cazamos animales viejos y debilitados en sus últimos días.

El primer grupo que encontramos estaba formado por un gran número de machos montés adultos sanos. Estaban en la parte baja del valle, donde no había llegado la nieve. Así que continuamos nuestra búsqueda de un viejo y macizo macho montés de Gredos.

Mientras buscábamos un macho montés de Gredos Medalla de Oro para completar esta cacería con arco en España, también avistamos algunos ciervos y jabalíes por el camino.

No había prisa, teníamos por delante tres días completos de caza. El primer día se trataba más bien de disfrutar de la experiencia y dar a nuestros amigos de EE.UU. una idea de cómo es una cacería de íbices en España.

De repente, apareció un grupo de tres viejos machos. El ambiente pasó de relajado a intenso. La oportunidad de caza que habíamos estado esperando estaba a punto de producirse.

Una sola oportunidad para cazar con arco el macho montés de Gredos

Mike cogió una flecha y empezamos nuestra lenta y cuidadosa aproximación. Por momentos, los machos percibieron algo inusual, pero como el viento estaba a nuestro favor, permanecieron tranquilos.

Tras más de 30 minutos de cuidadoso acecho, estábamos a sólo 40 metros, ¡el momento que habíamos estado esperando!

Mike soltó su flecha, que voló directa hacia el íbice pero aterrizó un poco baja. Afortunadamente, no tardó en hacer otro disparo, y esta vez fue perfecto.

Qué inolvidable viaje de caza con arco¡! Celebramos el éxito de un rececho increíble de macho montés, cogimos con cuidado la piel para montarla al hombro y expresamos nuestra gratitud tanto al macho como a la Sierra de Gredos por una experiencia de caza tan increíble.

Antes de emprender el regreso, disfrutamos de un poco de jamón ibérico y vino español en el corazón de las montañas, una forma perfecta de terminar la aventura. Un agradecimiento especial a la familia Severson, y en especial a Connie, por su pasión por la caza a pesar del frío y de la larga caminata.

Si te ha gustado esta experiencia, ¡puedes ver el vídeo de la caza aquí!