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En este post, te llevaremos dentro de la experiencia de
completar un Ibex Slam
en un único viaje inolvidable. Desde el escarpado terreno montañoso hasta animales trofeo de talla mundial, verás lo que hace que esta caza sea realmente excepcional.

Si sueñas con tu propio Ibex Slam, confía en nosotros para guiarte en cada paso del camino. Con una planificación experta, conocimientos locales y pasión por la caza, te ayudaremos a convertir tu objetivo en un éxito único en la vida.

BECEITE

El Ibex Slam es uno de los logros cinegéticos más prestigiosos y desafiantes de España. En esta ocasión, compartimos el increíble viaje de nuestro amigo Greg mientras persigue su Grand Slam.

Empezamos con la cabra montés de Beceite. Tras un breve vuelo al aeropuerto de Valencia, nos dirigimos rápidamente a Teruel. Tras una deliciosa cena, nos registramos en nuestro hotel para descansar y reponer fuerzas para los emocionantes días de caza que nos esperaban.

Al amanecer, salimos de caza, recibidos por la primera luz del sol naciente. Casi de inmediato, avistamos varios íbices, pero eran jóvenes. Como buscábamos un
ibex beceite medalla de plata
decidimos seguir explorando. El día pasó rápidamente mientras disfrutábamos de paisajes impresionantes, aperitivos campestres y una comida tradicional española en el mejor restaurante local. Por la tarde, reanudamos nuestra búsqueda.

A media tarde, localizamos al íbice perfecto, un ejemplar excepcional tumbado a unos 1.000 metros. Con cuidadosa precisión, iniciamos nuestra aproximación. A sólo 100 metros, Greg se colocó en el suelo, con su rifle Blaser preparado, esperando a que el íbice se levantara. Cuando llegó el momento, realizó un disparo perfecto, poniendo un final espectacular a un día de caza inolvidable en Beceite.

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Esa noche, lo celebramos con un merecido banquete antes de acostarnos. Al día siguiente, pondríamos rumbo a las majestuosas montañas de Gredos, ansiosos por el siguiente capítulo de la aventura Grand Slam de Greg.

GREDOS

Aunque el viaje de Beceite a Gredos dura unas cuatro horas, el trayecto es cómodo, ya que transcurre en su mayor parte por autopistas. Aprovechamos al máximo para detenernos a visitar pueblos pintorescos como Molina de Aragón, que alberga un impresionante castillo y antiguas murallas. Sin darnos cuenta, habíamos llegado a Gredos.

Aquella tarde nos tomamos las cosas con calma, aprovechando el tiempo para explorar en busca de animales mientras dejábamos el rifle bien guardado en la caja blindada del hotel.

A primera hora de la mañana siguiente, salimos en busca de una cabra montés que habíamos avistado el día anterior y que respondía perfectamente a nuestras expectativas. Tras escudriñar el valle durante unos minutos con el telescopio, por fin lo localizamos encaramado a una roca en el extremo más alejado del valle.

La aproximación, aunque relativamente corta, era empinada y desafiante. Con algo de trabajo en equipo, ayudamos a Greg a ascender por el terreno y, al cabo de una hora, estábamos en posición. El íbice estaba pastando tranquilamente, así que esperamos pacientemente a que presentara el ángulo perfecto. Cuando llegó el momento, Greg volvió a hacer un disparo impecable.

Con una magnífica
medalla de plata Gredos ibex
abajo, Greg había completado oficialmente la mitad del Grand Slam del Ibex español en 3 días, ¡un logro increíble!

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Pasamos una tarde de relax en el hotel antes de dirigirnos al sur de España al día siguiente para explorar Ronda y la zona de la cabra montés del sureste.

SIERRA NEVADA

Con la mitad del trabajo hecho y seis días por delante para cazar las dos cabras montesas restantes, no había presión. Nos alojamos en un precioso hotel de la costa de Almería, aprovechando para descansar y reponer fuerzas tras nuestro viaje desde Gredos hasta la región de Sierra Nevada.

A la mañana siguiente, nada más llegar a la zona de caza, avistamos un magnífico
íbice del sudeste medalla de oro
. Sin embargo, nuestro cazador prefirió no disparar, estaba empeñado en cobrar íbices medalla de plata.

Pasamos toda la mañana observando animales, pero ninguno cumplió nuestras expectativas. Al mediodía, nos tomamos un merecido descanso, disfrutando de un buen filete y un vaso de vino antes de reanudar la caza.

Los íbices están activos durante todo el día, aunque suelen descansar un rato hacia el mediodía. Tras nuestro descanso, volvimos a la zona de caza y pronto avistamos por el telescopio un impresionante íbice del sudeste con medalla de plata. El acercamiento era complicado, así que nuestro guía local se quedó atrás para controlar al íbice desde la distancia mientras yo me acercaba con Greg.

Una hora y media más tarde, habíamos reducido la distancia a sólo 120 metros. Greg hizo su trabajo a la perfección.

¡Tres menos, queda uno!

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RONDA

Sólo nos quedaba por cazar la cabra montés de Ronda. Al día siguiente, descansamos en el Parador de Ronda, un hotel precioso con unas vistas impresionantes del famoso Puente de Ronda.

A la mañana siguiente, nos levantamos temprano para ir de caza. La lluvia dificultó bastante las cosas, ya que los animales se refugiaban en los arbustos y sólo pudimos ver hembras y crías. Sin embargo, justo cuando terminaba el día, vimos por fin una
magnífica cabra montés de Ronda medalla de plata
.Con la luz desvaneciéndose, le sugerí a Greg que esperara hasta el día siguiente para hacer la foto, pero decidió intentarlo. Por desgracia, la toma no fue perfecta. Como filmamos todo el rodaje, estaba claro que la toma estaba un poco demasiado atrás. Como quedaba poca luz, decidimos posponer la búsqueda hasta el día siguiente.

A la mañana siguiente, empezamos a rastrear con Brezo, mi sabueso bávaro, que nos acompaña en todas las cacerías. A unos 1.500 metros de donde se había efectuado el disparo, Brezo encontró al animal, ya sin vida.

El íbice se había refugiado en la parte más escarpada de la montaña, por lo que Greg no pudo llegar hasta él. Tuve que ir a recuperar su piel para montarla en el hombro, pero Greg se sintió increíblemente aliviado, después de haber pasado la noche preocupado por si la encontraríamos o no.

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Tras desollar el íbice para el monte, celebramos el logro del Grand Slam de íbices de Greg y nos dirigimos a Granada para pasar un día de turismo antes de regresar a Madrid. ¡Un increíble Grand Slam de íbices!